Pablo Gutiérrez

 

Vuelve a su ciudad de origen, Valladolid después de pasar varios años en el extranjero.

 

Desde niño, siempre se ha interesado por el arte en todos sus formatos, siendo más bien poco activo en el tema deportivo, hasta que sus padres le obligaron a practicar deportes. En esta etapa es cuando descubrió el skateboard, pero era bastante malo y decidió empezar a practicar longboard, un deporte donde él elige cómo y cuándo practicarlo, dando una nueva perspectiva de libertad y auto-expresión en su vida.

 

Aunque practica tanto dancing como freestyle, se considera freestyler de corazón, y lo que más le gusta es mezclar freestyle con street-skate.

 

Sus ejes preferidos son los ejes de precisión Pinto.